Cocó. 21 por ahora. Sin gatos, la mayor de una colección de tres hermanas, adicta a las variaciones del té con canela, fumadora más que social, emotiva. De creatividad lluviosa y nublada, de risas despejadas y calurosas, desapegada y enraizada en cosas que no debería, pequeña de estatura, desenterrando a la otra que se revolcaba de risa y no tenía miedo a hacer el loco, pescadora de recuerdos, friolenta y feliz dentro de todo.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Mis miedos no radican en temer a lo desconocido, sino en tener un mismo resultado a una misma situación, mis miedos entonces la mayoría del tiempo son intentos a, intentos de... Hoy lo entiendo e intento recordar el proverbio chino: "El miedo llamó a la puerta, la confianza abrió y afuera no había nadie."

Pienso que para muchas cosas estúpidas, peligrosas y atrevidas nunca tuve miedo. Hoy veo que era siempre porque la única persona perjudicada en caso de que ocurriera algún error, era yo. Y también veo que era una forma de defender el poco carácter que tengo con otros, mostrarme fuerte era mi método, mostrarme valiente y sin temores. 
Con el tiempo yo misma me creí siendo valiente, siendo fuerte y no me permití sufrir, ni sentir dolores físicos o emocionales. Gran error.

Volví a fumar.

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