Cocó. 21 por ahora. Sin gatos, la mayor de una colección de tres hermanas, adicta a las variaciones del té con canela, fumadora más que social, emotiva. De creatividad lluviosa y nublada, de risas despejadas y calurosas, desapegada y enraizada en cosas que no debería, pequeña de estatura, desenterrando a la otra que se revolcaba de risa y no tenía miedo a hacer el loco, pescadora de recuerdos, friolenta y feliz dentro de todo.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Me enseñaron tantas cosas que no me sirven. 
Me dijeron tantas mentiras y verdades a medias. 
Me cantaron canciones que no existen. 
Me alimentaron de caricias frías. 
La lejanía del corazón roto, duro, de piedra.

Las crónicas de la niña sin dios que encontró uno. 

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