El cabello alborotado después de haber cumplido la meta simple: llegar peinada a tu destino, ¿Qué pasó?..
Pasó que me han llamado, he cogido el teléfono y he aceptado la invitación. El me ha tomado y sin mucha suavidad me ha tirado contra la cama, ahora si suavemente me quita las ropas, es todo un ritual.
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