Llegar a una casa donde nadie me espera, donde nadie se fija en si se me olvida la bombacha en el baño, o colgar el corpiño en la manilla de la puerta, no hacer mi cama durante días, y un sin fin de cosas que no son importantes, que no hago siempre, fue una oportunidad de conocerme a mí misma un poco más que antes, o incluso, mucho más que antes.
Aprendí varias cosas sobre mí, cosas que antes no había tenido en cuenta y que me alegran. Cosas -por ejemplo- que por muy sola que esté no soporto tener ropa sucia, loza sucia, el desorden, la ropa colgada cuando ya está seca, los toallones húmedos tirados en cualquier parte, y por sobretodo no arreglarme.
Cosas que me hacen sentir cómoda como mantener el baño siempre limpio, bañarme seguido, hacer ejercicio y darme todos los días un tiempo para hablar conmigo.
He tomado decisiones importantísimas que sin duda marcaran una ruta totalmente distinta a mi futuro, he sacado conclusiones y creado propuestas y planes.
Estoy postulando al plan materno, espero que todo salga como espero, y si no, he decidido dar un paso al lado en el camino de la maternidad biológica, operarme y darle la mano a la idea de la adopción. Me di el tiempo para llorar las cosas que jamás me había atrevido a sufrir y sí, en un momento quise marcharme al imperio de los gusanos, pero mi alegría de vivir fue mas fuerte y me abrazó como nunca antes. Me siento lista para enfrentarme a los siete infiernos y más por vivir y aprender a usar la libertad que tengo ahora, hacer las cosas bien y no sufrir por pequeñeces.
La vida antes de enseñarme a ser fuerte me ha golpeado en el ring y ahora me siento lista para patearle el trasero a la adversidad y en realidad a cualquiera que se interponga en mi felicidad. Hoy tengo el ego en las nubes y mando yo, yo me controlo, y controlo mi vida. Con la ayuda del que todo creó yo saldré adelante aunque me corten la cabeza.
A veces la soledad no es tan mala, nos da la oportunidad de navegar en nuestro interior, conocer costas nuevas, desembarcar en ellas y pisar tierra firme. Luego, quizas el tiempo nos regale ganas de comenzar otro viaje hacia la luz del día.
ResponderEliminarMuy bueno tu relato.!!!!